
Al concluir la que ya es considerada como una reunión histórica, ministros y funcionarios de medio ambiente de 191 países acordaron ayer en Bonn, Alemania, comenzar a redactar la primera legislación internacional en contra de la biopiratería, la cual será revisada y sometida a votación en 2010, en Japón.
Este es uno de los acuerdos alcanzados en cinco grandes áreas en las que se organizó la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad, en la que los mexicanos Ernesto Enkerlin y Hesiquio Benítez, presidieron las mesas sobre Áreas Naturales Protegidas y Conservación de Bosques, respectivamente.
Con la palabra biopiratería los especialistas se refieren al proceso en el que empresas o personas extraen animales y plantas de un país y luego lucran con la totalidad o una parte de ese organismo vivo, por ejemplo extrayendo sustancias activas de plantas para medicamentos o genes de animales para procesos biotecnológicos.
“La reunión ha sido un éxito pues, se ha generado la primera Hoja de Ruta Internacional sobre Reparto de Acceso y Beneficios entre quienes venden recursos genéticos y los países de origen, lo cual fue uno de los temas más controvertidos de la reunión”, dijo en la clausura Sigmar Gabriel, ministro del Medio Ambiente de Alemania y anfitrión del encuentro.
Otros acuerdos alcanzados refuerzan la protección a zonas marinas; comprometen dinero para el rescate de selvas y bosques; alertan sobre la presión que los biocombustibles están generando sobre las tierras destinadas a cultivar alimentos y se comprometen a que en 2020 al menos 20 por ciento del territorio de todo el planeta esté protegido.
“Las áreas protegidas son quizá la herramienta más completa e importante pero, no son la única y si no utilizamos otras modalidades de conservación como los corredores ecológicos, no podremos conservar la rica biodiversidad de México y otras parte del mundo”, comentó en entrevista con MILENIO Diario, Ernesto Enkerlin, Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
México fue coordinador del tema de reservas y áreas protegidas debido a que es el segundo país con más ecosistemas diferentes en todo el mundo, sólo detrás de China, pero en nuestro caso, 15 por ciento del territorio nacional y 10 de nuestros mares cuentan con algún régimen de protección.
Sobre el tema de las reservas, Alemania invirtió 785 millones de dólares para lanzar el programa Lifeweb, con el cual pretenden recabar dinero de países industrializados para ayudar a que países pobres conserven sus áreas naturales. Con respecto a la Conservación de Bosques, que coordinó Hesiquio Benítez, de la Comisión de Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, se acordó pedir que 10 por ciento de terrenos con especies maderables sean destinados a reservas y que se combata la tala ilegal de árboles. Las partes diagnosticaron que 20 por ciento de los gases de efecto invernadero no son capturados a causa de la deforestación.
A nivel marino, acordaron detener con moratoria un proyecto que intenta combatir el cambio climático liberando en el mar nutrientes que permitan multiplicar el número de algas que absorben carbono presente en el aire.
Publicada en Milenio Diario
México/Antimio Cruz
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