sábado, 7 de junio de 2008

“no hay proyectos porque no hay educación ni cultura del agua”

Entrevista: Eduardo Mestre, Director de la Tribuna del Agua, Expo Zaragoza 2008

El ingeniero que estará a cargo de la entidad ideológica de Expo Zaragoza dice que México está estructuralmente listo para abastecer el líquido a todos; sólo tiene que ponerse a trabajar, empezando por descentralizar la gestión a las cuencas.



Eduardo Mestre es un ingeniero mexicano que tiene bajo su responsabilidad la Tribuna del Agua, uno de los tres pilares de la Expo Zaragoza 2008, el festival del agua más grande del mundo, que se realizará en esta ciudad del 14 de junio al 14 de septiembre.

México será el único país de América Latina que contará con un pabellón, que será inaugurado por el presidente Felipe Calderón durante su gira por España la próxima semana.

¿Qué es la Expo Zaragoza?

Es una exposición internacional cuyos ejes temáticos son el agua y el desarrollo sostenible.

Se espera contar con 7.5 millones de visitantes de todas partes del mundo. Habrá debates, mesas redondas y espectáculos musicales, con músicos de la talla de Bob Dylan, por ejemplo.

Vamos a hablar de agua con la gente, a explicarle sin tecnicismos todo lo relacionado con el líquido: qué recomendaciones tenemos para el planeta, cómo podemos cambiar en materia de agua y, sobre todo, dejar claro que no todo está perdido.

¿Cómo llega un mexicano a su cargo en España?

Se hizo una licitación mundial y voltearon a verme a mí. Yo era parte del comité científico de la Expo de manera externa; me hicieron la invitación y aquí estoy.

He estudiado toda la vida los temas de agua; he vivido en varios países trabajando siempre en lo mismo y yo creo que eso ayudó para que se me llamara.

Acaba de exponer en la ONU y, palabras más palabras menos, les dijo a los políticos que ya es momento de tomarse muy en serio el tema del agua…

Es cierto. La verdadera razón de los problemas de agua en el mundo es la ingobernabilidad, y ésta pasa por los gobiernos. Uno revisa la agenda de prioridades de cualquier país en Iberoamérica y vemos que el tema del agua ni existe; en Europa le tienen un espacio mínimo y qué decir de África.

Si me dijeran: “Tienes tres euros para resolver los problemas de agua y hay que distribuir uno en cada conflicto”, yo pondría los tres en educación y cultura. El problema no es la tecnología, ni la economía, es simplemente que no hay proyectos porque no hay educación ni cultura.

En México hay problemas graves en suministro de agua…

México tiene que hacer dos tareas para adaptarse a los problemas actuales del cambio climático. La primera: se tiene que adecuar ante la presencia de eventos máximos. Por ejemplo, el par de huracanes que tuvimos el año pasado y que fueron de grado cinco. Las adecuaciones son institucionales, son de la sociedad, y tiene que entenderse que México hoy es distinto que ayer; las fórmulas de hace años ya no funcionan ahora.

El otro problema es la sequía, pero la velocidad con la que se está actuando no va de la misma mano que la del problema. México es, de los 18 países de América Latina, el que tiene las instituciones más robustas en materia de agua, así que lo que hace falta es ponerse a trabajar. La descentralización debe darse ya, a gritos, se tiene que ir a los estados, a las cuencas.

¿Qué aportará México a la Expo Zaragoza?

Sus experiencias respecto a las fórmulas nuevas que tenemos desde el punto de vista de cómo financiar obras, y de proyectos que son de lo más innovador en materia hídrica.

México tiene que acudir a la Expo con una posición muy abierta para entender que este mundo está cambiando y que algunas cosas que ocurren en nuestro país podemos hacerlas mejor; no tenemos que copiar a otros países, tenemos que entender lo que ocurre en otros lugares y nosotros adaptarlo y reformularlo al caso mexicano.

¿Cómo afectará al agua el cambio climático?

Tendremos condiciones distintas. Debemos empezar a pensar distinto en materia del agua en muchas regiones del mundo. Donde estamos acostumbrados a que llueva fuerte va a llover menos, va a llover en épocas distintas, va a llover de modo que tendremos que aprender a gestionar mejor los embalses. Nos va a cambiar la vida. Pero la sociedad moderna está capacitada para enfrentar este cambio. El problema del cambio climático podemos convertirlo en una oportunidad de cambio para las sociedades.

¿Existen riesgos de grandes sequías?

Por supuesto; además están pronosticadas. Habrá sequías donde no las había y habrá algunas otras que se agudicen, sobre todo en algunos países del Mediterráneo. Esto implica que no hay que esperar 20 años para empezar a actuar; debemos hacerlo ya.

¿Podrían darse casos de guerras como consecuencia del agua?

Si las condiciones de falta de gobernabilidad no se pueden resolver, podríamos ir en ese camino. Sin embargo, creo que el mensaje que se está dando ahora, en zonas tan complicadas como en Líbano, Jordania e Israel, que están haciendo un esfuerzo de paz vinculado con el agua; en zonas tan complejas como los países que rodean al río Congo, o esta relación, siempre tan compleja, entre México y Estados Unidos con el río Bravo… yo creo que estos elementos de civilidad que ya tenemos sobre la mesa nos dan aliento para pensar que en forma sensata podemos resolver las disputas del agua entre los seres humanos.

Zaragoza, España / José Antonio López.
Publicado en Milenio

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